Marcha de las Putas: larga lucha en defensa de la mujer
"Puta o no puta ninguna mujer merece ser violentada'', es una de las consignas de la movilización que tendrá lugar el 6 abril.
Mar Candela lidera la denominada Marcha de las Putas en Colombia prevista
para el próximo sábado 6 de abril. Lleva 14 años trabajando por los
derechos de la mujer y en su casa tiene una línea telefónica en la que
atiende las llamadas de diferentes personas en procura de obtener
asesoría psicológica por parte de especialistas que trabajan de manera
voluntaria. Año y medio atrás, una de las personas que buscaban ayuda la
llamó para decirle que sería asesinada.
''Muy bonito todo lo que haces y publicas en redes pero
sé que me van a matar'', le dijo una joven promiscua que cambiaba sexo
por drogas. Las personas que ''le hacían el favor'' de satisfacer sus
necesidades de drogarse no dudaban en violarla en grupos de tres y
cuatro individuos hasta que un domingo cualquiera apareció muerta.
Corría el año 2010 y Mar pasó por cerca de tres meses de
duelo en los que se dio cuenta que ni la línea o la página web eran
suficientes para cumplir con su tarea. La verdad es que las mujeres
continuaban siendo violadas o asesinadas por tener comportamientos o
maneras de vestir "como putas", explica; así es que la iniciativa
surgida en Toronto (Canadá) resultó ser la más apropiada para darle un nuevo giro a su ambicioso proyecto.
Ajustado a la realidad nacional el proyecto se ha ido consolidadando hasta tal punto que la palabra PUTA es también una sigla: Por Una Transformación Auténtica Social,
que es uno de los pilares sobre los que se ha venido construyendo el
proyecto con el total respaldo de sus demás vertientes en el mundo.
A finales de 2011, Mar se comunica con las lideres de México.
''En ese momento no era feminista, ahora sí'', les comenta sobre su
labor y de inmediato es acogida como parte de un movimiento que crece
como espuma en diversos países de América Latina y Europa, en el que logra adelantar una primera convocatoria para el 25 de febrero de ese año.
''Cada cuatro minutos violentan una mujer y en cualquier parte del mundo se registra no un asesinato sino un feminicidio'',
explica Candela, quien escogió la fecha como hubiera podido hacerlo con
cualquier otra. ''Quizá ese mismo día mataron a más de 100 mujeres'',
puntualiza, de manera que la escogencia de la nueva jornada solo tendrá
en consideración el hecho de que sea un sábado de cualquier mes del año.
''La intención es que toda mujer pueda participar y
construir su espacio de mujer sin tener que estar pendiente de su
trabajo o de sus hijos, aunque la iniciativa también está abierta a los
hombres'', explica la activista insistiendo en que la tiene sin cuidado
el que desde entonces hubiera comenzado a ser calificada como una puta y
le pregunten por el valor de sus servicios.
''Queremos confrontar a la sociedad y hacer que tome
conciencia de que puta o no puta ninguna mujer merece ser violentada'',
asegura Mar Candela, quien a lo largo de estos dos años
logró consolidar el movimiento como una corporación capaz de hacer
extensivo su respaldo a las mujeres indígenas, que a su juicio la
mayoría de los llamados actores del conflicto armado no dudan en
calificar como a las “putas de la selva”.
''Legalmente somos cuatro personas, pero gente que
colabora con su talento, trabajo y espacio llegamos a ser más o menos
40, todas mujeres y quienes además hacemos parte del movimiento Feminismo Artesanal,
que también cuenta con algunos hombres'', explica la convencida
feminista, para quien su postura debe ser interpretada como la igualdad
de derechos, opciones y libertades para hombres y mujeres.
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